Japoneses consideran que su primer ministro ha creado un vacío político al aferrarse al poder
El apoyo al Gobierno del primer ministro japonés, Naoto Kan, se ha desplomado más de diez puntos en junio hasta un 23 por ciento, frente al 33,4 por ciento que lo respaldaba a principios de mes, según un sondeo efectuado por la agencia Kyodo.
La encuesta, realizada en todo el país entre el martes y el miércoles, muestra además que un 66 por ciento de los japoneses considera a su primer ministro responsable de haber creado un «vacío político» por su resistencia a dimitir.
A principios de este mes Kan, asediado por las críticas por su gestión de la crisis abierta por el terremoto y tsunami del 11 de marzo, prometió abandonar el Gobierno una vez encauzada la reconstrucción tras el desastre.
Con ese compromiso logró superar una moción de censura presentada por la oposición y apoyada también por algunos miembros de su propio partido, que le presionan, hasta hoy, para que dimita de inmediato.
Kan, sin embargo, condiciona su salida a la aprobación de un presupuesto extra para la reconstrucción y dos leyes, una para agilizar la rehabilitación de las zonas afectadas por la catástrofe y otra para promover energías alternativas, lo que podría alargar su Gobierno hasta agosto.
La encuesta de Kyodo muestra también que más de la mitad de los japoneses, un 52,6 por ciento, rechazan la decisión de Naoto Kan de introducir en el Gabinete a un representante del principal grupo de la oposición, el Partido Liberal Demócrata (PLD).
El lunes, en una serie de cambios menores en su Gobierno, Kan nombró al diputado opositor Kazuyuki Hamada secretario parlamentario para Interior y Comunicaciones, lo que abrió una agria polémica entre el PLD y el gobernante Partido Democrático (PD).
Otra encuesta publicada por el diario económico Nikkei el lunes reveló que el 60 por ciento de los japoneses cree que Kan debería dimitir antes del fin del actual periodo de sesiones parlamentarias, el 31 de agosto.
El jefe del Gobierno ha sido acusado de lentitud en su respuesta y falta de liderazgo ante la catástrofe de marzo, que, además de la tragedia humana, ha supuesto un serio revés para la economía nipona, a la que arrastró de nuevo a la recesión técnica. (EFE)
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