El Gobierno japonés avanza en una reforma fiscal que pondría fin a la exención de impuestos aplicada a las importaciones de bajo precio, con el objetivo de corregir la situación de desventaja que denuncian las empresas locales frente a las plataformas de comercio electrónico extranjeras, incluyendo las originarias de China.
Actualmente, cuando los consumidores en Japón adquieren productos con un valor imponible inferior a 10.000 yenes a través de sitios internacionales de comercio electrónico, el impuesto al consumo queda exento. El Gobierno japonés pretende modificar este esquema y obligar a las empresas que gestionan estas ventas a declarar y pagar el impuesto ante la autoridad fiscal. Entre las propuestas se contempla aplicar esta obligación a operadores cuyas ventas en territorio japonés superen los 50.000 millones de yenes anuales.
Según el Ministerio de Finanzas, las importaciones clasificadas como “carga de bajo valor” alcanzaron alrededor de 170 millones de envíos en 2024, lo que supone cerca del 90% del total de permisos de importación del país. Plataformas como SHEIN y Temu, conocidas por sus precios muy competitivos, han incrementado sus operaciones aprovechando esta exención.
El fuerte aumento de pequeños envíos ha elevado la carga de trabajo en las aduanas, generando inquietudes sobre posibles facilidades para el ingreso de mercancías falsificadas y sustancias ilegales. Estados Unidos y la Unión Europea ya han emprendido revisiones similares de sus sistemas de exención fiscal para proveedores extranjeros.
La intención del Gobierno japonés es incorporar esta revisión en las directrices de la reforma fiscal del ejercicio 2026, cuyo diseño final se prevé para finales de este año. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
