El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar informó ayer el balance semanal sobre la influenza en Japón, correspondiente al periodo del 3 al 9 de noviembre. Durante esos siete días, los centros médicos de vigilancia notificaron 84.183 casos, situando la media nacional por punto de monitoreo en 21,82, una cifra notablemente superior al 1,06 registrado en la misma semana del año pasado.
El repunte se concentra especialmente en el noreste y la región de Kanto. Miyagi encabeza la lista con un índice de 47,11, seguida de Saitama (45,78), Kanagawa (36,57), Fukushima (34,63) e Iwate (30,24); las cinco prefecturas superan el umbral oficial de alerta, fijado en 30 casos por centro.
La expansión del virus también ha afectado al funcionamiento de instituciones educativas. Guarderías, jardines de infancia y escuelas de primaria y secundaria han aplicado diversos tipos de cierres temporales. En total, 3.584 centros implementaron alguna medida de contención durante la semana analizada.
Los especialistas señalan que la influenza suele intensificarse hacia finales de año, y el escenario previsto para los próximos días podría favorecer un incremento aún mayor. Se espera la llegada de una masa de aire frío que dejará temperaturas equivalentes a las de diciembre, elevando el riesgo de afecciones respiratorias y descompensaciones físicas.
Las autoridades insisten en reforzar las medidas de prevención, especialmente el lavado frecuente de manos, considerado una de las herramientas más eficaces para reducir contagios. El procedimiento recomendado incluye enjuagar con agua, generar espuma con jabón, limpiar palmas y dorsos, frotar entre los dedos, uñas, pulgares y muñecas, antes de aclarar con abundante agua. Según las pruebas citadas por el ministerio, un minuto de lavado puede reducir la presencia de virus de un millón a unas pocas decenas. (International Press)
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