La acelerada crisis demográfica de Japón, que vio la población de japoneses disminuir en 908.574 personas el año pasado, está creando una paradoja. Mientras el país busca desesperadamente la «acogida masiva de extranjeros» como solución a la escasez de mano de obra, las cifras oficiales demuestran que esta política podría, paradójicamente, exacerbar el declive y el agotamiento de las áreas rurales que más necesitan ayuda.
El autor y periodista Kawai Masashi, presidente del Instituto de Investigación Integral sobre Contramedidas para la Disminución de la Población, advirtió en Money Post que la realidad migratoria está creando una peligrosa concentración geográfica.
GEOGRAFÍA DE LA POBLACIÓN EXTRANJERA
Los datos del Registro Básico de Residentes (Jumin Kihon Daicho) del Ministerio de Asuntos Internos (a fecha de 1 de enero de 2025) confirman la abrumadora concentración en las principales áreas metropolitanas (Sandai Toshi-ken).
Según las cifras, que puedes consultar en el Cuadro INMI 1, los diez principales prefecturas con mayor población extranjera son:
- Tokio-to: 721.223 personas
- Osaka-fu: 328.128 personas
- Aichi-ken: 321.905 personas
- Kanagawa-ken: 284.889 personas
Estos datos muestran que solo las seis principales prefecturas de las tres grandes áreas metropolitanas concentran aproximadamente el 60% del total de residentes extranjeros en Japón.
En el extremo opuesto, las prefecturas con menor población extranjera son:
- Akita-ken: 5.753 personas
- Tottori-ken: 6.005 personas
- Kōchi-ken: 6.661 personas
Si se compara el número de residentes extranjeros en Akita con el de Tokio, la población de Akita representa apenas un 0.8% de la de la capital.
TOKIO: UNO DE CADA 20 ES EXTRANJERO
La intensidad de la concentración se hace más evidente al analizar el porcentaje de residentes extranjeros respecto a la población total de cada prefectura:
- Tokio-to lidera la lista con un 5,15%. Esto significa que uno de cada 20 residentes de Tokio es extranjero, lo que duplica la proporción de muchas zonas rurales.
- En contraste, Akita-ken, la prefectura con el porcentaje más bajo, registra solo un 0,63%, seguida de Aomori-ken con un 0,71%. En gran parte de las áreas rurales, la proporción es inferior al 1%.
Las ciudades más atractivas para los residentes extranjeros son Osaka-shi (189.281 personas), Yokohama-shi (126.744) y Nagoya-shi (105.020). En Tokio, los distritos con más residentes extranjeros son Shinjuku-ku, Edogawa-ku y Adachi-ku.
EL DILEMA DEL “ÉXODO” INTERNO
Si bien el número absoluto de residentes extranjeros creció en todas las prefecturas el año pasado (Tokio vio un aumento de 73.807 personas, siendo el 81,4% de su crecimiento poblacional total), la tendencia general es la misma que la de los japoneses: se dirigen a las grandes ciudades.
El experto Kawai dijo que la futura implementación del programa «Ikunaru Shurō» (trabajo y crecimiento), que sustituirá al antiguo sistema de aprendices técnicos, permitirá la movilidad laboral bajo ciertas condiciones. Aunque se planean restricciones para evitar la concentración en las principales metrópolis, resulta difícil controlar el flujo de personas, extranjeras o japonesas, que buscan mejores salarios y condiciones laborales en los centros urbanos. De hecho, el 94% de los extranjeros ya reside en áreas urbanas.
La conclusión es severa: La acogida masiva de extranjeros podría acelerar la concentración en Tokio y, como resultado, agotar aún más las zonas rurales. Para revertir la despoblación rural, las autoridades deben centrarse en garantizar empleo estable y servicios convenientes; de lo contrario, los extranjeros, al igual que los jóvenes japoneses, abandonarán el área en cuanto pierdan los incentivos para quedarse, haciendo que la gran apuesta migratoria no se traduzca en una solución para la crisis demográfica del Japón rural. (RI/AG/IP/)
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