
Un episodio de alta tensión se vivió en julio del año pasado entre Japón y China, cuando la fragata de la Fuerza Marítima de Autodefensa japonesa “Suzutsuki” ingresó por error en aguas territoriales chinas frente a la provincia de Zhejiang. Según confirmaron varias fuentes cercanas a las relaciones bilaterales, China respondió con al menos dos disparos de advertencia, un hecho extremadamente inusual en sus interacciones con buques extranjeros.
El incidente no dejó daños ni heridos, ya que ningún proyectil impactó en la nave japonesa. Sin embargo, reveló un riesgo real de confrontación armada en una zona donde las tensiones marítimas son recurrentes.
ERROR TÉCNICO Y HUMANO
La investigación interna determinó que el sistema de navegación electrónica del Suzutsuki tenía desactivada la función que muestra los límites entre aguas internacionales y territoriales. Por este motivo, la tripulación no detectó que estaba entrando en aguas jurisdiccionales de China y continuó su rumbo sin percatarse del error.
El 4 de julio, a primera hora, el buque japonés realizaba tareas de vigilancia de maniobras militares chinas desde alta mar. Al detectar que el Suzutsuki se dirigía hacia sus aguas territoriales, la Armada china emitió repetidas advertencias para que cambiara de rumbo.
Primer disparo: ejecutado cuando la nave aún no había cruzado el límite.
Segundo disparo: realizado tras la incursión, con el objetivo de forzar la retirada.
Pese a estas acciones, el buque japonés navegó unos 20 minutos dentro del mar territorial chino antes de corregir su trayectoria.
Fuentes diplomáticas subrayan que China rara vez recurre a disparos de advertencia contra buques extranjeros, lo que resalta la gravedad que atribuyó al incidente. Analistas coinciden en que un error técnico de este tipo, en un contexto de tensiones regionales y disputas territoriales, pudo haber escalado hacia un enfrentamiento diplomático o incluso militar. (RI/AG/IP/)
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