
El emperador emérito Akihito, de 91 años, fue ingresado ayer en el Hospital de la Universidad de Tokio, ubicado en el distrito de Bunkyo, para someterse a una observación médica relacionada con un nuevo tratamiento farmacológico para su afección cardíaca.
La Agencia de la Casa Imperial informó que el ingreso se realiza de manera preventiva, con el objetivo de vigilar de cerca su evolución tras el cambio de medicación oral para el corazón.
Durante una estancia anterior en el mismo centro médico, en mayo de este año, a Akihito se le diagnosticó isquemia miocárdica silenciosa, una condición en la que el flujo sanguíneo desde las arterias coronarias al músculo cardíaco se ve reducido, pero sin manifestación de síntomas evidentes por parte del paciente.
Desde entonces, el emperador emérito había seguido indicaciones médicas como la restricción en el consumo de líquidos, evitar esfuerzos físicos y la ingesta de medicamentos para mejorar la circulación sanguínea. Sin embargo, ante la falta de una mejora significativa, el equipo médico decidió cambiar el tratamiento por otro fármaco oral diseñado para reducir la carga sobre el corazón.
Dado que este nuevo medicamento puede provocar arritmias como efecto secundario, los especialistas optaron por mantenerlo internado durante un periodo de observación continua, con especial atención a los resultados de su electrocardiograma.
El emperador emérito ya tenía antecedentes cardíacos. En 2012, a los 78 años, fue sometido a una cirugía de bypass coronario tras ser diagnosticado con angina de pecho. Posteriormente, en 2022, se le detectó insuficiencia cardíaca del lado derecho del corazón. (International Press)
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