El anuncio del primer ministro Shigeru Ishiba sobre una reducción de 10 yenes por litro en el precio de la gasolina, a través de subsidios gubernamentales que comenzarán a aplicarse el 22 de mayo, ha generado una ola de críticas por parte de los partidos de oposición. Diversos líderes cuestionaron tanto la efectividad como la coherencia de la medida, exigiendo en su lugar la eliminación de la «tasa impositiva provisional» sobre los combustibles.
Desde el Partido Democrático para el Pueblo (Kokumin Minshuto), que ha venido participando en conversaciones con el oficialismo sobre una posible reforma al sistema tributario del combustible, su vicepresidente Kazuhiro Furukawa calificó la medida como «insuficiente» e «insignificante».
«Si se va a reducir, que sea con una política clara. Una rebaja de sólo 10 yenes no alcanza», afirmó. En la misma línea, Kazuhiko Shigenori, presidente del consejo de políticas del Partido Democrático Constitucional (Rikken Minshuto), argumentó que eliminar directamente la tasa temporal tendría más sentido que aplicar subsidios indirectos.
Por su parte, Ryohei Iwatani, secretario general del partido Nippon Ishin no Kai, subrayó que lo correcto sería suprimir los 25 yenes adicionales por litro que representa actualmente la tasa provisional. (RI/AG/IP/)
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