

Un estudio reciente publicado por la revista científica británica Nature ha revelado que el 75% de los investigadores en Estados Unidos han considerado trasladarse al extranjero debido a las políticas restrictivas del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La investigación, que encuestó a más de 1.600 científicos, advierte sobre el riesgo de una fuga masiva de cerebros que podría afectar el liderazgo estadounidense en el ámbito científico y tecnológico.
El informe destaca que los investigadores más jóvenes, particularmente los que se encuentran en la etapa de posdoctorado, son los más propensos a emigrar. Según los datos publicados el 27 de marzo, el 79% de los posdoctorados encuestados expresaron su intención de mudarse a otros países, con Canadá y Europa como destinos principales. Algunos incluso manifestaron estar dispuestos a trasladarse a cualquier país que apoye la investigación científica de manera consistente.
FUERTES RECORTES PRESUPUESTARIOS
El gobierno de Trump ha implementado recortes significativos en el presupuesto de investigación con el objetivo declarado de eliminar el «desperdicio y el fraude» en las agencias gubernamentales. Según The Washington Post, entre el 20 de enero y finales de marzo de su administración, los fondos asignados al Instituto Nacional de Salud (NIH) se redujeron en 3.000 millones de dólares, lo que representa una disminución del 60% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además, la Casa Blanca ordenó la suspensión de toda financiación para estudios sobre el COVID-19, el VIH y otras enfermedades infecciosas en el NIH y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Otras agencias clave también se han visto afectadas. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) canceló contratos por un total de 420 millones de dólares que mantenía con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por el empresario Elon Musk. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), encargada de recopilar y analizar datos climáticos, ha sufrido despidos masivos de personal.
IMPACTO EN UNIVERSIDADES Y SECTOR PRIVADO
Las restricciones impuestas por la administración de Trump han alcanzado también a las universidades, dificultando su acceso a fondos para la investigación. Instituciones de prestigio como la Universidad de Harvard han tenido que frenar la contratación de nuevos docentes debido a la incertidumbre financiera. Asimismo, la Universidad de Pensilvania ha reducido el número de plazas para estudiantes de posgrado.
A pesar de que el sector privado es un pilar clave del desarrollo científico en Estados Unidos, la colaboración con el gobierno es esencial en términos de financiación y acceso a datos. Según el Departamento de Comercio, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) representó el 2.3% del PIB estadounidense en 2021. Sin embargo, si los investigadores comienzan a abandonar el país en busca de mejores condiciones, el impacto económico podría ser significativo. (RI/AG/IP/)
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