En el marco de la creciente disputa entre Estados Unidos y China, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, reafirmó que la relación con Washington es prioritaria para su gobierno, asegurando que el vínculo con China es secundario. La declaración se produce en medio de la presión ejercida por el presidente estadounidense Donald Trump, quien busca limitar la influencia de Pekín en el país centroamericano, particularmente en la administración de su infraestructura portuaria y el Canal de Panamá.
El Canal de Panamá, una vía estratégica por la que transita alrededor del 5% del comercio marítimo mundial, se ha convertido en un nuevo punto de tensión en la rivalidad entre Washington y Pekín. Empresas chinas han obtenido concesiones para operar puertos clave en ambos extremos del canal, lo que ha generado preocupación en la administración Trump.
El mandatario estadounidense ha sido categórico al advertir sobre la situación: «China está operando el canal. Vamos a recuperarlo, de lo contrario, habrá consecuencias», declaró Trump, haciendo referencia al puerto de Balboa, ubicado en el extremo Pacífico del canal y gestionado por una empresa con sede en Hong Kong.
El secretario de Estado, Marco Rubio, visitó Panamá el pasado 2 de febrero y presionó al gobierno de Mulino para que reconsidere su cooperación con Pekín. «Si no se toman las medidas necesarias para corregir esta situación, tomaremos las acciones pertinentes», advirtió Rubio tras reunirse con autoridades panameñas.
CHINA AMPLÍA SU INFLUENCIA
Desde que Panamá rompió relaciones con Taiwán en 2017 para establecer lazos diplomáticos con China, la presencia de Pekín en el país ha crecido significativamente. Empresas estatales chinas han invertido en infraestructura y puertos, y han fortalecido el intercambio comercial y cultural.
Pese a ello, el gobierno de Mulino anunció su decisión de abandonar la iniciativa china de la Franja y la Ruta, un ambicioso plan de inversión en infraestructura que ha sido clave para la expansión global de China.
Al ser consultado sobre la relación con ambas potencias, Mulino dejó clara su posición: «Nuestra relación con Estados Unidos es históricamente especial. Con China, aún no sabemos bien cómo manejarnos. Por eso, lo importante es nuestra relación con EEUU y no con China».
LA ESTRATEGIA DE TRUMP
El anuncio de Panamá de distanciarse de China se produce en un momento de alta tensión comercial entre Washington y Pekín. Ayer, Trump impuso un arancel del 10% a todas las importaciones chinas, medida que desató represalias por parte del gobierno de Xi Jinping, que anunció aranceles de hasta 15% sobre productos clave estadounidenses como el carbón y el gas natural licuado (GNL).
Trump ha redoblado su presión sobre los países de América Latina para que reduzcan su dependencia económica de China. En este contexto, la decisión de Panamá de alejarse de Pekín refuerza la estrategia de la Casa Blanca para contener la influencia china en la región.
El panorama internacional sigue en constante cambio, y la rivalidad entre EEUU y China podría reconfigurar alianzas estratégicas en América Latina en los próximos meses. (RI/AG/International Press)
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