La propagación de la influenza en Japón ha alcanzado niveles preocupantes, superando el umbral de advertencia en varias regiones del país. Durante la semana que terminó el 15 de diciembre, se estima que más de 718.000 personas acudieron a centros médicos en busca de atención, una cifra que representa más del doble de los registros de la semana anterior. Esta cantidad es una estimación basada en los datos recopilados por aproximadamente 5.000 instituciones médicas, que reportaron 94.259 casos confirmados en el mismo periodo.
Por cada centro médico, el promedio de infecciones reportadas fue de 19.06 personas, más del doble de las 9,03 registradas la semana previa, según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar.
En el análisis regional, 16 prefecturas han superado los 20 casos por institución, destacando Oita y Fukuoka con promedios de 37,22 y 35,40, respectivamente, cifras que exceden el nivel de alerta de 30 casos establecido por las autoridades. En total, 42 prefecturas reportaron cifras por encima del nivel de advertencia, fijado en 10 casos por institución.
El impacto de este aumento también ha afectado al sistema educativo. Durante la misma semana, 2.182 escuelas y guarderías en todo el país suspendieron temporalmente sus clases como medida preventiva para contener el brote.
Las autoridades han emitido recomendaciones a la población para reforzar las medidas de prevención, incluyendo el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y la vacunación contra la influenza. El monitoreo de la situación continúa ante la posibilidad de que los contagios sigan aumentando. (International Press)
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