El vínculo entre la salud bucal y el riesgo de desarrollar demencia es un tema de creciente interés en el ámbito médico. Según un estudio de la Universidad Tohoku, en Japón, las personas mayores de 65 años que tienen menos de 19 dientes o dificultades para masticar presentan un 12% más de probabilidades de desarrollar demencia. Esta relación se debe a que la falta de dientes y la dificultad para masticar reducen el flujo sanguíneo al cerebro, afectando su función.
La salud bucal en la vejez está directamente relacionada con la capacidad de masticar alimentos duros como las manzanas. Este simple acto requiere coordinación y uso de músculos faciales, lo que contribuye a mantener una buena irrigación en el cerebro. Diversas investigaciones, como las de la Academia Americana de Geriatría, confirman que la disminución de la masticación afecta la actividad cerebral, aumentando el riesgo de deterioro cognitivo.
CAMPAÑA KAMINGU 30
Los especialistas destacan el concepto de «fragilidad oral», una condición en la que el envejecimiento reduce la fuerza y salud de la boca. Esta situación limita la ingesta de alimentos sólidos y puede acelerar el deterioro mental en personas mayores. Por ello, el Ministerio de Salud japonés lanzó en 2009 la campaña «Kamingu 30», que promueve la masticación de cada bocado al menos 30 veces para estimular el flujo sanguíneo al cerebro.
Además, una buena salud bucal es fundamental para la producción de saliva, la cual ayuda a mantener la boca limpia y reduce la proliferación de bacterias. Con una menor cantidad de saliva, el riesgo de infecciones bucales y enfermedades de las encías, como la periodontitis, aumenta significativamente. Esta enfermedad puede, a su vez, causar inflamación en el cuerpo y contribuir al endurecimiento de las arterias, factor de riesgo para la demencia.
La importancia de mantener los dientes propios o el uso de prótesis adecuadas se traduce en una mejora en la calidad de vida y en una disminución del riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Los médicos recomiendan un adecuado cepillado y el uso de hilo dental, así como visitas periódicas al dentista para prevenir la pérdida de piezas dentales.
En un país como Japón, donde la esperanza de vida supera los 80 años, estas medidas son cada vez más importantes. Los expertos destacan que el autocuidado bucal no solo permite mantener la salud física, sino que también preserva la función cognitiva y contribuye a un envejecimiento saludable. (RI/AG/International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.