Toyota Motor ha decidido reducir significativamente su producción global de vehículos eléctricos (VE), ajustando su pronóstico para 2026 a 1 millón de unidades, lo que representa una disminución del 30% en comparación con las previsiones anteriores, según ha informado el diario Nikkei.
Este cambio en la estrategia de la automotriz japonesa responde a la desaceleración del mercado global de vehículos eléctricos, lo que ha llevado a Toyota a notificar a sus proveedores de piezas sobre la reducción en los objetivos de producción.
Bajo este nuevo plan, Toyota espera fabricar poco más de 400.000 vehículos eléctricos en 2025, y más que duplicar esta cifra al año siguiente. Aunque la nueva meta de ventas para 2026 sigue siendo un incremento significativo, la compañía ha decidido ralentizar su ritmo en comparación con el plan previamente anunciado.
El pasado mes de mayo, Toyota había revelado un plan para aumentar sus ventas globales de vehículos eléctricos a 1,5 millones para 2026, lo que estaba diseñado para ajustar su cadena de suministro de baterías y otros productos, anticipando un crecimiento rápido del mercado de VE. Sin embargo, la reciente ralentización en la expansión global de este sector ha obligado a la automotriz a revisar sus expectativas.
Según la firma de investigación GlobalData, las ventas globales de vehículos eléctricos alcanzaron los 9,7 millones de unidades en 2023, lo que representa un aumento del 32% respecto al año anterior. Sin embargo, esta tasa de crecimiento ha disminuido en comparación con 2022, cuando las ventas de VE subieron un 65%, con 7,4 millones de unidades vendidas. Este enfriamiento del mercado ha sido evidente no solo en Toyota, sino también en otras marcas globales.
Tesla, el fabricante estadounidense líder en vehículos eléctricos, experimentó una caída del 7% en sus ventas globales entre enero y junio de este año, alcanzando las 830.000 unidades. Esta fue la primera vez que las ventas semestrales de Tesla quedaron por debajo de las cifras del año anterior.
Por otro lado, la china BYD vendió 720.000 vehículos eléctricos durante el mismo período, con un aumento del 18%. Sin embargo, sus ventas de vehículos híbridos enchufables (PHEV) crecieron un 40%, alcanzando las 880.000 unidades, superando en términos de crecimiento y volumen total a sus vehículos eléctricos.
Toyota no es el único fabricante global que ha modificado su estrategia de VE. La alemana Volkswagen está considerando cerrar una fábrica en Alemania debido al elevado coste de sus inversiones en vehículos eléctricos, mientras que General Motors de Estados Unidos planea retrasar la producción de grandes vehículos eléctricos en su planta de Míchigan por dos años.
Ford Motor, también estadounidense, ha anunciado la suspensión del desarrollo de grandes SUV eléctricos, y la sueca Volvo Cars ha abandonado su objetivo de producir solo vehículos eléctricos para 2030.
Entre los fabricantes japoneses, sin embargo, solo Toyota ha cambiado su enfoque hacia los VE. Honda, por ejemplo, continúa impulsando la producción de vehículos eléctricos, sin dar marcha atrás en su objetivo de producir exclusivamente VE o vehículos de pila de combustible (FCV) para 2040. (RI/NI/IP/)
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