El mercado mayorista central de Sendai ha sido escenario de una histórica subasta de carne de ballena este 27 de agosto, donde el precio por kilogramo de la carne fresca de este mamífero marino ha alcanzado un máximo de 410.000 yenes (aproximadamente 2.800 dólares).
Esta es la primera vez en 2024 que la carne fresca de ballena sale a subasta, siendo Sendai, con su proximidad a los caladeros, uno de los puntos clave para la distribución de este producto hacia todo el país.
El ejemplar subastado pertenecía a la especie de ballena Bryde, un cetáceo de gran tamaño capturado en las aguas de Tohoku y Hokkaido entre finales de julio y agosto.
Un total de 50 ballenas fueron cazadas, seleccionando las mejores partes para su venta en subasta. La pieza más valorada ha sido el «Ono no Mi», una parte extremadamente escasa y apreciada de la ballena, alcanzando el precio récord mencionado.
EL REGRESO DE LA CARNE DE BALLENA
La carne subastada fue transportada por el buque ballenero Kangei Maru , propiedad de la empresa Kyodo Senpaku, una de las más importantes en el sector.
Este buque, botado en 2023, está equipado con tecnología de vanguardia que permite procesar las ballenas de forma más higiénica y eficiente que en el pasado. Mientras que antes el despiece se realizaba al aire libre, ahora se lleva a cabo en espacios cerrados, preservando así la frescura y mejorando significativamente el sabor de la carne.
Según dijo al Nikkei el presidente de Kyodo Senpaku, Hideki Tokoro, la carne de ballena se recomienda para ser consumida cruda en platos como sushi y sashimi, ya que «al ser fresca, no tiene el característico olor fuerte, y ofrece una experiencia de sabor más refinada».
Además, destacó las bondades nutricionales de la carne de ballena y la importancia de preservar la cultura ballenera en Japón para las generaciones futuras.
CONTROL DE CAZA DE BALLENA
La caza de ballenas en Japón ha sido objeto de controversia internacional desde hace décadas. En 2019, Japón se retiró de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), lo que permitió al país reanudar la caza comercial de ballenas bajo estrictas regulaciones.
Sin embargo, tal como subraya la Agencia de Pesca de Japón, la caza de ballenas en el país sigue regida por un límite establecido mediante una fórmula internacional, lo que garantiza que la actividad se mantenga dentro de los márgenes de sostenibilidad.
Si bien la caza comercial de ballenas es un tema sensible en la esfera internacional, Japón ha argumentado en defensa de su práctica que se trata de una parte importante de su cultura y gastronomía, con una historia que se remonta a siglos.
Las autoridades japonesas insisten en que sus actividades balleneras son sostenibles y están diseñadas para no poner en peligro a las especies capturadas. (RI/NI/IP/)