Con las altas temperaturas de verano, es crucial elegir ropa que ayude a mantenernos frescos y prevenir el golpe de calor. Un factor importante en esta elección es el color de la ropa que puede influir significativamente en cómo se absorbe o refleja la radiación solar.
Los colores claros, como el blanco y el amarillo, tienen una mayor capacidad de reflexión y absorben menos calor, mientras que los colores oscuros como el negro y el verde oscuro, tienden a calentarse más rápidamente al absorber más radiación, así lo explica el Dr. Toshiaki Ichinose, investigador principal del Instituto Nacional de Investigación Ambiental.
Experimentos recientes en condiciones de sol intenso y 30°C muestran que las camisas blancas mantienen la temperatura superficial igual a la del ambiente (30°C), mientras que las camisas negras y verde oscuro superan los 50°C. Elegir colores claros ayuda a mantener la ropa más fresca y evita el golpe de calor.
Ahora, aunque el negro es conocido por ofrecer una alta protección contra los rayos UV, también es el color que más calor absorbe, lo que puede hacer que te sientas más caluroso. Otros colores oscuros como el azul marino y el gris oscuro, también proporcionan buena protección UV, ya que los tintes usados en su fabricación absorben estos rayos.
El amarillo es una buena opción para protección UV y para evitar el calor. Refleja la luz de manera más eficiente que el blanco, manteniendo la ropa más fresca que los colores oscuros.
Elegir ropa clara, como blanco o amarillo, es eficaz para combatir el calor y prevenir el golpe de calor. Si prefieres el blanco, busca materiales con protección UV adicional o tratamientos especiales para bloquear los rayos solares. (International Press)