En una decisión histórica, el Tribunal Supremo de Hiroshima ha reconocido el cambio de género sin la necesidad de cirugía, declarando que el requisito de «apariencia física» de los genitales impuesta en la Ley de Excepción para Personas con Trastornos de Identidad de Género podría ser inconstitucional.
La sentencia se produce en respuesta a la solicitud de una persona que deseaba cambiar su género en el registro civil de masculino a femenino sin someterse a una cirugía de reasignación de sexo.
La ley vigente requería que los solicitantes deben tener una apariencia física de sus genitales que coincida con su género deseado. El Tribunal Supremo de Hiroshima ha cuestionado la legalidad de este requisito, señalando que «no se puede evitar la sospecha de inconstitucionalidad» porque discrimina a una persona por su apariencia física.
El Tribunal determinó que la solicitante, quien había recibido terapia hormonal, posee una apariencia cercana a la de los genitales del género al que desea cambiar, y por lo tanto, cumple con el requisito de apariencia física.
El año pasado, el Tribunal Supremo de Japón ya había declarado inconstitucional el requisito de la «capacidad reproductiva», que se exigía a las personas transgénero, por ser una restricción grave a la «libertad de no ser sometido a procedimientos corporales invasivos contra su voluntad» garantizada por el artículo 13 de la Constitución.
El demandante de este caso es una persona de casi 50 años cuyo género registrado al nacer es masculino, pero su identidad de género es femenina.
La decisión del Tribunal Supremo de Hiroshima podría influir en futuros fallos y en la posible revisión de la Ley de Excepción para Personas con Trastornos de Identidad de Género.
No obstante, estas acciones judiciales han tenido el rechazo y crítica de parte de la sociedad japonesa que ha planteado interrogantes como: «¿Qué haremos si un hombre que se identifica como mujer entra en el baño de mujeres o en un local de ofuro público?». (RI/AG/IP/)
