Una de las cosas que maravillan de la película japonesa “Días perfectos”, nominada al Oscar como mejor filme internacional, es su protagonista, un limpiador de baños en Tokio, un hombre de vida humilde, pero rica en placeres cotidianos.
Otra son los baños públicos, que impresionan por su belleza y pulcritud. Cualquiera que haya visto la película en el extranjero recuerda las expresiones de admiración que suscitan entre el público.
El éxito de la cinta los ha convertido en atracción turística. Muchos turistas los visitan a través de los denominados “Tokyo Toilet Tours”, destaca el portal SoraNews24.
Una pareja británica que participó en uno de los tours quedó encantada con los baños, hicieron fotos y los resaltaron como algo que no tenían en su país.
Uno de los recorridos, gestionado por la agencia de viajes NearMe, cubre de ocho a nueve ubicaciones cobrando 4.950 yenes (31,8 dólares) por excursiones de dos a tres horas.
El monto incluye el servicio de recogida y regreso a un hotel local.
En la Asociación de Turismo de Shibuya están felices porque, dice un portavoz, los baños están llenando un vacío debido a que el distrito no tiene muchos sitios turísticos.
A los japoneses les ha sorprendido que sus baños se hayan transformado en una atracción turística.
“No tenía idea de que existía un tour como este”, comenta una persona en línea. “¿Supongo que somos un país de baños?”, pregunta otra.
Una tercera persona espera que esto sirva para que el público valore y dé las gracias a los trabajadores de limpieza.
Una cuarta va más lejos:
“Nuestros baños están limpios, pero nuestros políticos están sucios».
Volviendo a la película, “Días perfectos” tuvo un origen imprevisto.
Su director, el alemán Wim Wenders, fue convocado por la compañía Fast Retailing para relizar un cortometraje sobre el proyecto Tokyo Toilet de Shibuya.
Wenders descubrió allí material para mucho más que un corto y decidió hacer un largometraje de ficción. (International Press)
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