Taishoku Daiko Momuri es una “agencia de renuncias” que maneja, en representación de su cliente, su salida de la empresa para la cual trabaja.
Uno de sus clientes es una veinteañera que el primer día del mes llamó a la agencia. “Ya no puedo hablar con esa empresa. Por favor, gestione mi renuncia en mi nombre” dijo con una voz que delataba su ira.
La mujer había sido contratada por una compañía de belleza, pero no llegó a trabajar ni un minuto en ella, revela Mainichi Shimbun.
Antes de firmar con la empresa, le dijeron que era libre de elegir el color de su cabello, pero justo antes de la ceremonia de apertura a los nuevos trabajadores le ordenaron que se tiñera el pelo de negro.
Ella se rehusó y le impidieron participar en la ceremonia. Así las cosas, llamó a Taishoku Daiko Momuri para que se encargara de su salida de la empresa. Ahora está buscando un nuevo trabajo.
Creada en marzo de 2022, la agencia ha recibido más de 8.000 solicitudes desde entonces.
Cobra 22.000 yenes (142 dólares) si el cliente es un empleado a tiempo completo y 12.000 yenes (77 dólares) si es a tiempo parcial. Cada caso es supervisado por un abogado.
El caso de la mujer reseñado al inicio no es excepcional. Muchos recién contratados quieren renunciar cuando se dan cuenta de que lo que le prometieron no coincide con la realidad.
Alrededor del 60 % de sus clientes son jóvenes en la veintena y treintena.
Sin embargo, está aumentando el número de personas mayores que utilizan sus servicios.
El año pasado, por ejemplo, se contactó con ellos un septuagenario que quería renunciar a su empresa por problemas de salud, pero esta no le permitía dejar el trabajo.
Taishoku Daiko Momuri es operada por una empresa llamada Albatross, con sede en Tokio, cuyo presidente, Shinji Tanimoto, considera que las compañias deben acercarse más a su personal para que agencias como la suya ya no sean necesarias. (International Press)