“El gobernador de una prefectura de Japón no es sincero al no retractarse de un comentario que insultaba a los vendedores de verduras”.
De esta manera comienza un editorial de Mainichi Shimbun en el que critica con severidad al gobernador de la prefectura de Shizuoka, Heita Kawakatsu.
En un discurso dirigido a los nuevos trabajadores del gobierno de la prefectura el 1 de abril, Kawakatsu dijo: “Todos aquí son personas muy inteligentes y con cerebro, a diferencia de quienes venden verduras, cuidan vacas o fabrican cosas”.
El medio japonés califica como “abiertamente discriminatorio” lo dicho por el gobernador, que menospreció a quienes se dedican a la agricultura, socavó la dignidad de los trabajadores y mostró una falta de sensibilidad en materia de derechos humanos.
Mainichi también criticó la reacción del gobernador, que un día después, ante la ola de comentarios negativos que recibió y pese a anunciar que dimitirá a mediados de año, dijo que sus declaraciones no habían sido inapropiadas, y responsabilizó a los medios.
La nueva andanada de críticas que le cayeron encima lo forzó a presentarse nuevamente ante la prensa al siguiente día.
“Si he herido los sentimientos de quienes trabajan en las industrias primarias, me disculpo sinceramente”, manifestó.
Sin embargo, no se retractó, lo que lleva a concluir a Mainichi que no fue sincero.
A ello hay que sumarle la expresión condicional (“si he herido…”) y el hecho de que no haya ofrecido disculpas de inmediato, sino dos días después y obligado por los palos.
El gobernador de Shizuoka tiene antecedentes en materia de metidas de pata.
El mes pasado, durante la visita de un club de fútbol femenino de la ciudad de Iwata dijo que Iwata tiene un nivel cultural más alto que la ciudad de Hamamatsu. (International Press)
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