La policía arrestó ayer a ocho ciudadanos japoneses después de haber sido deportados de Filipinas, por su presunta participación en fraudes por teléfono dirigido a personas en Japón.
Los sospechosos, de entre 25 y 35 años, supuestamente participaron en fraudes y extorsión a personas mayores en Japón durante al menos tres años, según la oficina de inmigración de Filipinas. Las autoridades locales incautaron una serie de dispositivos y manuales sobre cómo cometer fraude en un hotel turístico que utilizaban como oficina.
La policía japonesa los arrestó por el caso de una mujer de unos 70 años en la prefectura de Kumamoto, a quien llamaron en 2020 y le dijeron falsamente que les debía una tarifa de un servicio impago.
Los hombres llegaron al aeropuerto de Narita por la tarde de ayer martes procedentes de Manila. Habían sido detenidos en 2020 en la provincia de Laguna, en el sur de Manila, por trabajar ilegalmente en Filipinas. (AG/IP/)