El 1 de noviembre, un hombre llamó a la junta de educación de la ciudad de Nagoya para discutir una investigación de ijime contra su hija, una estudiante de secundaria.
El empleado que contestó el teléfono le dijo “por favor, espere”.
Sin embargo, olvidó poner el teléfono en modo espera y el padre escuchó la conversación entre la persona que le respondió y el funcionario responsable del caso, quien le dijo al primero: “Mejor no respondo. Dile a la persona que llama que el empleado a cargo no está disponible”.
El trabajador que contestó el teléfono le dijo al padre exactamente eso: que el funcionario a cargo no estaba disponible.
El padre respondió: “Pude escuchar todo. Así es como finge estar ausente”.
La llamada fue grabada y la junta de educación de Nagoya ofreció disculpas al padre, informa Mainichi Shimbun.
Con respecto al caso, la hija del hombre cayó enferma y dejó de asistir a la escuela debido al ijime que sufría por parte de otro estudiante.
En septiembre, la junta de educación comenzó a investigar el caso como una “situación grave”, según la ley contra el bullying.
El padre, enojado, dijo a propósito del maltrato: “¿Por qué deben tratarme como a un quejoso cuando mi hija es víctima de una situación grave?”.
(International Press)