Un grupo de exmiembros de los Testigos de Jehová realizó una investigación sobre abusos sexuales dentro de la organización religiosa.
Las pesquisas descubrieron 159 casos de abuso sexual, según el informe que fue entregado al gobierno de Japón, informa Asahi Shimbun.
El grupo espera que su investigación sirva como una llamada de atención sobre las violaciones de derechos humanos que también pueden pasar en otras religiones.
De las 159 víctimas, 35 eran menores cuando otros miembros de la organización religiosas abusaron de ellas (manoseos, relaciones sexuales forzosas, fotografías en ropa interior o desnudas, etc.).
Siete eran niños en edad preescolar; 19, alumnos de primaria; y nueve, estudiantes de secundaria o mayores.
En 19 de estos casos, los victimarios fueron personas en una posición de autoridad en la organización religiosa.
Asahi recoge la historia de una mujer de 38 años, hija de miembros de Testigos de Jehová, que sufrió más de cien abusos cuando tenía entre 9 y 12 años.
La persona que abusó de ella era entonces un hombre en la veintena, tan cercano a su familia que ella lo consideraba casi como un hermano mayor.
Cuando era chica, la mujer dejó de asistir a la escuela y se quedaba sola en casa durante el día. El hombre la empezó a visitar dos o tres veces por semana llevándole dulces.
Su pesadilla se inició un día en que el sujeto le frotó el estómago sobre la ropa y le preguntó: “¿Estás bien?”.
Poco a poco empezó a meter las manos debajo de su ropa, tocarle los pechos, lamerle la cara y el cuello y besarla.
Cuando ella tenía 12 años, la manoseó entre las piernas.
La niña estaba asqueada y asustada, pero no podía decirle que parara. Tampoco lo delataba por miedo a represalias considerando la posición de él dentro de la organización religiosa.
La mujer continúa pagando las consecuencias de las vejaciones sexuales.
Se encerró en sí misma y no encontró estabilidad en ningún trabajo. Ha tenido dificultades para dormir y sufrido temblor de manos.
Le diagnosticaran trastorno de estrés postraumático y depresión y ha estado de baja laboral durante unos dos años.
Miyako Shirakawa, una psiquiatra que trata a víctimas de abuso sexual, dice que es probable que las cifras publicadas sean solo la punta del iceberg.
A la experta le sorprendió que tantas víctimas expusieran los abusos que sufrieron. Cuando los denuncian, a menudo no se les cree si el atacante está en una posición de autoridad.
Asahi Shimbun buscó la versión de los Testigos de Jehová, quienes respondieron: “No toleramos el abuso infantil de ninguna forma”.
“El abuso sexual de niños es un acto extremadamente malvado y aborrecemos esos actos”, añadieron.
Los Testigos de Jehová cuentan con alrededor de 214.000 miembros en Japón, según su sitio web. (International Press)