La cotización real de la moneda japonesa en julio cayó a su nivel más bajo en 53 años

Los analistas japoneses dicen que en seis meses el dólar estará a 137 yenes.

El tipo de cambio efectivo real llegó a 74,31 yenes por dólar en julio, el nivel más bajo en 53 años, según los últimos datos del Banco de Japón citados por el Nikkei. El país está pagando más por la importación de energía y alimentos.

Esto no está lejos del mínimo más reciente de 73,7 en octubre de 2022, que fue el punto más bajo desde septiembre de 1970, cuando la moneda japonesa estaba fijada en 360 yenes por dólar.


La caída se produce tras décadas de precios estancados, así como de flexibilización monetaria como parte de la política del Banco de Japón, y cuando la inflación recién comienza a repuntar. La moneda tocó ayer martes un mínimo en más de nueve meses, por encima de 147 yenes por dólar.

La pérdida de poder adquisitivo se ha sentido profundamente en las importaciones. Aunque el índice de precios de importación ha comenzado a caer este año en términos de yenes, sigue siendo alrededor de un 10% más alto que a finales de 2021, antes de que se acelerara la caída de la moneda japonesa. Los precios de la gasolina y otros artículos relacionados con la energía, así como los alimentos, han aumentado notablemente.

Se estima que los hogares están enfrentando costos adicionales de alrededor de 188.000 yenes (1.280 dólares) en promedio durante los años fiscales 2022 y 2023 si el yen se mantuviera cercano a los 145 por dólar.


Esto significa que las medidas de lucha contra la inflación, como el subsidio a las facturas de electricidad y gas, así como la estabilización del precio de la gasolina, seguirán vigentes desde octubre porque de lo contrario esa cifra podría superar los 200.000 yenes.

El yen ha perdido aproximadamente el 60% de su poder adquisitivo desde que el tipo de cambio real efectivo alcanzó su punto máximo en abril de 1995…

Los precios han subido en los supermercados. La leche y la mantequilla han aumentado en 8% y 10% interanual, respectivamente, según muestran los datos de los puntos de venta del Nikkei, ya que los mayores costos de los piensos importados para el ganado se han trasladado a los consumidores. Las importaciones procedentes de Europa han experimentado fuertes aumentos, y la pasta italiana aumentó un 28%.

El yen ha perdido aproximadamente el 60% de su poder adquisitivo desde que el tipo de cambio real efectivo alcanzó su punto máximo en abril de 1995 -la mayor caída entre las principales economías- mientras Japón luchaba por escapar de décadas de inflación mínima o deflación absoluta.


Aunque un yen débil normalmente impulsa las exportaciones, las de Japón se han estancado. Incluso cuando el yen cayó frente al dólar entre 2019 y 2022, el volumen de exportaciones cayó un 3% durante ese período, según la Organización de Comercio Exterior de Japón.

Las importaciones más costosas y el estancamiento de las exportaciones han provocado una caída del 48% en los términos de intercambio de Japón desde abril de 1995. Esto significa que una mayor parte de la riqueza del país fluye hacia el extranjero, lo que tiende a conducir a una economía más débil. (RI/NI/AG/)


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