Setsuko Kuroda es una mujer de 66 años que reside en la ciudad de Koriyama, prefectura de Fukushima.
Kuroda está en contra de la descarga del agua tratada de la central nuclear de Fukushima en el Océano Pacífico y participó en una manifestación para expresar su rechazo.
La liberación de agua “es la peor de todas las opciones”, declaró a Jiji Press.
La mujer sostuvo que si no fuera por el plan no habría preocupación por el daño a la imagen de los productos marinos de Japón.
Otro residente en Fukushima, Seiichi Yamazaki, un hombre de 50 años que trabaja en una tienda de mariscos en Iwaki, no confía en los políticos y expresó sus dudas con respecto al compromiso del gobierno japonés de otorgar una compensación a sectores como el pesquero, que sufrirían las consecuencias de la descarga de agua.
Sin embargo, matizó: “Ser negativo no me ayuda en nada”. Así las cosas, “pensaré en positivo y seguiré la corriente”. (International Press)