Vivimos en una sociedad machista donde pese a los grandes esfuerzos que se hacen desde las distintas esferas, aún no se ha logrado la igualdad de derechos en el Perú. Desde el año 2003 se viene tratando de impulsar desde el Congreso de la República la unión civil entre parejas del mismo sexo, a fin de regular sus relaciones patrimoniales.
Esta vez fue la parlamentaria fujimorista Martha Moyano la que volvió a presentar un proyecto de ley en ese sentido, haciendo la salvedad que previamente se tenga una convivencia estable de dos años como mínimo, con domicilio legal en el Perú no menos de dos años al momento de solicitar su inscripción en el Registro de Uniones Civiles y acreditar un mínimo de dos testigos.
La propuesta parlamentaria tiene el apoyo de seis integrantes de la bancada fujimorista, la más representativa en número en el Congreso, y deberá pasar previamente para su debate en el Pleno por la Comisión de Justicia.
Han sido varios momentos en los que se han presentado iniciativas legislativas en ese sentido y no han alcanzado los votos necesarios para llegar a un debate del tema en el Pleno del Congreso peruano. José Vargas, (2010) Carlos Bruce (2013) Alejandro Cavero (2022) y Martha Moyano. (2003) y (2023) Alberto de Belaúnde con Carlos Bruce (2016) y Susel Paredes (2022) plantearon a su vez el matrimonio civil igualitario.
La iniciativa de Moyano busca “promover la igualdad de los derechos civiles, deberes y oportunidades para todas las personas que convivan en una relación de afectividad, sin distinción de donde provenga, sea de matrimonio, unión de hecho o unión civil, con independencia de su sexo u orientación sexual”. Plantea también la creación del Registro de Uniones Civiles, dependiente del RENIEC. Sin embargo, pone en claro que no se podrá adoptar a menores, tampoco se permite la unión de menores de edad del mismo sexo, ni de parientes por consanguinidad y quienes se encuentren casados.
El tema nuevamente toma notoriedad, toda vez que hace unos días, la Corte Superior de Justicia de Lima ordenó al RENIEC (Registro Nacional de Identificación y Estado Civil) inscribir el acta de matrimonio entre dos personas del mismo sexo, celebrado en la ciudad de Santa Fe, Argentina. Fue el Cuarto Juzgado Constitucional de Lima el que dispuso que el RENIEC proceda a la inscripción del acta matrimonial, tras la demanda ciudadana interpuesta por violación de sus derechos constitucionales.
Este no es el único fallo favorable al registro de matrimonios del mismo sexo que ha dado la justicia peruana en los últimos tiempos, pues es el RENIEC el que se niega a dichas inscripciones, apelando a instancias superiores, dilatando los procesos, convirtiéndose así en una barrera infranqueable para las parejas del mismo sexo que buscan legalizar su situación de convivencia.
la II Encuesta Nacional de Derechos Humanos de la Población LGTBI revela que más de 1,7 millones de peruanos tiene una orientación sexual diferente a la de hombre o mujer
En el Perú, el artículo 234 del Código Civil define al matrimonio como la unión voluntaria concertada por un varón y una mujer legalmente aptos para ella, a fin de hacer vida en común. Las parejas del mismo sexo no tienen reconocimiento legal, por lo tanto, sienten que sus derechos están recortados al no poder comprar una vivienda juntos, cubrir los seguros de atención médica para la pareja, la falta de derechos sucesorios en caso del fallecimiento de alguno de ellos, por citar algunos ejemplos.
Si bien no tenemos cifras oficiales del INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) sobre el número de personas que son parte la comunidad LGTBI, (Lesbiana, Gay, Trans, Bisexual e Intersex) la empresa de opinión IPSOS hizo el año 2020 una II Encuesta Nacional de Derechos Humanos de la Población LGTBI por encargo del Ministerio de Justicia, cuyo resultado revela que más de 1,7 millones de peruanos tiene una orientación sexual diferente a la de hombre o mujer.
Son sin ninguna duda una minoría, pero que como cualquiera de nosotros tienen derecho a elegir con quien quiere compartir el resto de su vida, bajo el amparo de una ley que los proteja y puedan desarrollar sus actividades sin sentirse menos en una sociedad como la nuestra donde se discrimina a muchos por su raza, condición social, credo, opción sexual.
Esperamos que esta vez tenga mejor suerte en la Comisión de Justicia el proyecto de Martha Moyano, para que pueda darse un debate en el Pleno y de aprobarse convertirse en ley. Así empezaron en esta parte del continente en Argentina, país donde se dio primero la unión civil y tiempo después se legalizó el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, al igual que en otras naciones de Sudamérica como el caso de Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Uruguay.
