En el año fiscal 2017 había alrededor de 400 cuidadores extranjeros certificados trabajando en Japón.
Dos años después, la cifra se había más que triplicado a 1.300.
Desde entonces hasta el año fiscal 2022, su número creció a alrededor de 6.900, más de cinco veces más, destaca Yomiuri Shimbun.
4 de cada 10 cuidadores extranjeros en Japón son vietnamitas.
Un factor clave para el incremento es la presencia de extranjeros en Japón que estudian para ser cuidadores.
Ha habido un aumento en el número de aprendices técnicos extranjeros que aprueban los exámenes para convertirse en cuidadores certificados.
Un helper extranjero certificado en Japón, a diferencia de otros trabajadores (como los de la visa 1 del sistema introducido en 2019), puede quedarse de manera indefinida en el país y traer a su familia.
Japón cuenta con alrededor de 1,88 millones de cuidadores, según información de marzo.
Cada año se realiza una prueba a nivel nacional para evaluar las habilidades de comunicación y los conocimientos relacionados con la demencia.
La competencia internacional para reclutar cuidadores se está intensificando, advierte Yomiuri.
En China, por ejemplo, está creciendo la demanda debido al envejecimiento de su población.
El Ministerio de Salud de Japón planea realizar este año un estudio para conocer mejor las condiciones laborales de los cuidadores extranjeros y su capacidad para comunicarse en japonés.
Yuko Ito, profesora universitaria de bienestar social, considera que el gobierno de Japón debe promover un entorno más amigable para los trabajadores extranjeros permitiendo, por ejemplo, que usen su idioma nativo para ingresar datos del paciente (condición física, horas de sueño, etc.) en tabletas, si tienen dificultades con el japonés. (International Press)