En 2019, una pareja formada por dos hombres residentes en la prefectura de Aichi presentaron una demanda contra el gobierno de Japón después de que su intento de registrarse como un matrimonio fue rechazado por las autoridades.
Los demandantes alegaron que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo viola el artículo 14 de la Constitución de Japón, que garantiza el derecho a la igualdad, así como el 24, que establece la libertad de matrimonio.
El gobierno sostuvo que el artículo 24 presupone que el matrimonio no es entre personas del mismo sexo, pues dice que “se basará únicamente en el consentimiento mutuo de ambos sexos”.
La pareja, sin embargo, adujo que el mencionado artículo no prohíbe de manera explícita el matrimonio entre miembros del mismo sexo.
El martes, el Tribunal de Distrito de Nagoya dictaminó que la falta de reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo es inconstitucional, la segunda decisión judicial de su tipo en Japón.
El fallo fue celebrado por los demandantes y activistas de los derechos de la comunidad LGBT, informa Kyodo.
La decisión “probablemente aumentará la presión sobre el gobierno de Japón con el fin de que acelere los esfuerzos para hacer más para proteger a las minorías sexuales”, según la agencia de noticias.
El tribunal dijo que el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo está ganando terreno en la sociedad japonesa.
Sin embargo, desestimó la demanda de que el Estado pague a cada miembro de la pareja un millón de yenes (7.155 dólares) en compensación.
La ley en Japón solo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer, y sus beneficios (en materia de impuestos, derechos de herencia, custodia compartida de los hijos, etc.) solo se otorgan a las parejas heterosexuales.
Japón, presidente del G-7 este año, es el único país de este poderoso y selecto grupo que no reconoce el matrimonio o la unión civil entre personas del mismo sexo. (International Press)
