Deportaciones en Japón: “Por favor, piensen en los niños. No deben ser separados de sus padres”

Las hermanas de Wishma Sandamali, la mujer esrilanquesa que murió en un centro de detención en Nagoya en 2021 a los 33 años, asistieron la semana pasada a la aprobación en el comité de asuntos judiciales de la cámara de representantes de Japón del proyecto de ley para modificar la ley de inmigración.

Wayomi y Poornima criticaron la aprobación de la iniciativa que permitirá a Japón deportar a un extranjero incluso si su solicitud para acogerse a la condición de refugiado está pendiente de resolución.

Actualmente, un extranjero no puede ser expulsado de Japón si tiene una solicitud de asilo en proceso. Si esta es rechazada, puede volver a presentar una segunda, y si esta no es aprobada, la ley le faculta a presentar una tercera, y así sucesivamente.

Japón quiere limitar a dos el número de veces que un extranjero puede solicitar asilo sin enfrentar la amenaza de la deportación.

El proyecto, según Wayomi, “ignora y no respeta los derechos humanos de los ciudadanos extranjeros”.

Las deportaciones podrían romper hogares, dice, considerando que muchos extranjeros han formado familia en Japón, con hijos que han nacido y se han criado en el país.

“Por favor, piensen en los niños. No deben ser separados de sus padres”, dice.

El proyecto ha tomado en cuenta el caso de Wishma, que murió debido a la falta de una adecuada atención médica. La mujer comenzó a quejarse de problemas de salud dos meses antes de su muerte, y solicitó la libertad provisional para ser vista por un médico fuera del centro de detención, pero fue rechazada.

La iniciativa aprobada establece que en el proceso de revisión de la libertad provisional “se prestará toda la atención al estado de salud del detenido escuchando la opinión de los médicos” para determinar si se le permite salir libre.

El ministro de Justicia, Ken Saito, ha expresado su intención de que la tragedia de Wishma no se repita.

Sin embargo, su hermana Wayomi desconfía de las autoridades japonesas. Si no se investigan bien las circunstancias de la muerte de Wishma, no se podrá evitar que un caso como el de ella vuelva a ocurrir, afirma. (International Press)