El 6 de abril por la noche, la policía recibió la llamada de una persona para reportar que no podía ponerse en contacto con unos parientes, la familia formada por Mitsuo Onoboshi (75 años) y su esposa Yasuko (72), que residían en la prefectura de Kanagawa.
Al día siguiente, la policía visitó la casa de los Onoboshi y encontró sus cadáveres cubiertos con un futón. Ambos habían sido acuchillados, revela Japan Today.
A quien no halló fue al hijo de la pareja, Koji, que vivía con ambos.
El domingo, Koji, un hombre desempleado de 46 años, acudió a la policía de la prefectura de Wakayama para confesar que había asesinado a sus padres en marzo y entregarse.
El hombre fue trasladado el lunes de Wakayama a Kanagawa.
Koji, hijo mayor de las víctimas, no ha explicado por qué mató a sus padres. (International Press)
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