El asesinato de Kinuyo Oshio, una mujer de 90 años, en su casa en Tokio el 19 de enero pasado, conmocionó a la sociedad japonesa.
Casi dos meses después, la fiscalía ha acusado de robo causante de muerte a dos hombres, informa Jiji Press.
Hiroyuki Nomura, de 52 años, y Rikuto Nagata, de 21, irrumpieron en la vivienda de la mujer cuando estaba sola (el resto de miembros de su familia había salido a trabajar), la ataron, la golpearon hasta matarla y robaron varios artículos de lujo, entre ellos un reloj.
El valor de lo robado ascendía a 590.000 yenes (4.400 dólares).
Hubo otras dos personas involucradas: un estudiante universitario de 19 años que fue enviado a un juzgado de familia, y un hombre de 34 años que tras ser arrestado por complicidad fue liberado, y a quien los fiscales aún no han acusado.
El asalto a Oshio fue el crimen más sonado de una ola de robos en Japón dirigida por delincuentes japoneses desde Filipinas. Los cabecillas fueron deportados y arrestados a su arribo a Japón el mes pasado. (International Press)
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