El exjefe de un ryokan (alojamiento tradicional japonés) que fue denunciado por sus malas prácticas de higiene fue encontrado muerto en una carretera de montaña el domingo por la mañana.
“Lo siento mucho. Me siento moralmente responsable de todo. Por favor, encárguense del resto”, rezaba una nota encontrada dentro de un automóvil cerca de donde se halló el cuerpo, según Kyodo.
El hombre de 70 años, Makoto Yamada, renunció a su puesto el 2 de marzo para asumir la responsabilidad por el escándalo.
El ryokan que dirigía solo cambiaba el agua de los baños termales dos veces al año, cuando por ley debía hacerlo al menos una vez por semana.
En el onsen se encontró la bacteria legionella en niveles muy por encima de lo permitido.
Yamada no solo ordenó a su personal que incumpliera la ley con respecto al agua. También lo instruyó para que falsificara un informe sobre el proceso de cloración del agua.
El hombre admitió su responsabilidad durante una conferencia de prensa el mes pasado.
El ryokan que dirigía fue fundado en 1865 y tuvo como huésped al emperador Hirohito. (International Press)