Filipinas completó la deportación de los cuatro japoneses sospechosos de haber operado desde ese país una red de delincuentes dedicados al robo de casas y al hurto en Japón. Hoy jueves arribaron al aeropuerto de Haneda, Yuki Watanabe, de 38 años, y Tomonobu Kojima, de 45, quienes fueron detenidos formalmente dentro del avión que los traía a Japón.
Se sospecha que Watanabe y Kojima robaron dos tarjetas de crédito en noviembre de 2019, como parte de una estafa dirigida a personas mayores en Japón.
Los otros dos miembros del grupo, Kiyoto Imamura, quien sería el líder, y Toshiya Fujita, ambos de 38 años, que fueron deportados de Filipinas a Japón el martes, también fueron arrestados por robar tarjetas de crédito en 2019.
Además de las acusaciones de estafa, se cree que los cuatro han coordinado de forma remota robos en 17 de las 47 prefecturas de Japón que comenzaron el año pasado, dirigiendo la operación desde un centro de detención de inmigración de Filipinas donde sobornaron a los oficiales para tener privilegios, teléfonos y tabletas.
Usando el seudónimo de «Luffy» y «Kim», los hombres reclutaban a los ejecutores de los delitos a través de Telegram, una aplicación de mensajería encriptada, ofreciendo trabajos de medio tiempo bien pagados.
En relación a este caso, la Policía Metropolitana de Tokio reveló que hasta el momento más de 60 personas, incluyendo adolescentes, han sido detenidas por un total de 50 casos ocurridos en 14 de las 47 prefecturas de Japón desde verano de 2022.
Los robos recientes incluyen un caso que resultó en enero en el asesinato de una mujer de 90 años en Tokio. (AG/IP/)