Un difícil año nos espera a los peruanos en un intento por tratar de recuperarnos de los efectos dejados por la nefasta administración del expresidente Pedro Castillo, (encarcelado) y a la espera de un sumarísimo proceso por delito en flagrancia, (rebelión y conspiración) -en principio- pues deberá afrontar también otras siete carpetas fiscales en proceso de investigación donde es sindicado como presunto líder de una organización criminal.
Junto a Castillo vienen siendo investigados su asesor y ex titular de la PCM, Aníbal Torres y Betssy Chávez, como los coautores del texto del Mensaje a la Nación de Castillo en el fallido golpe de Estado el pasado 7 de diciembre.
Desmontar toda la red de corrupción tejida en los últimos 15 meses de gobierno, desde lo más alto del poder, (Palacio de Gobierno) y seguir luego por todo el aparato del Estado, va a tomar su tiempo y en eso viene trabajando de manera incansable la Fiscalía Especial contra la Corrupción del Poder que dirige la Fiscal Marita Barreto.
Sí, tomará su tiempo. Y en esa tarea tenemos que estar comprometidos todos los ciudadanos que queremos al Perú, que deseamos vivir en democracia, que necesitamos de una estabilidad económica para superar la tremenda crisis que nos afecta como país. Por algo las cifras alcanzadas de los registros de la inflación respecto al año que pasó son escalofriantes: 8,46% en Lima Metropolitana, la tasa más alta registrada en los últimos 26 años y 8,56 % a nivel nacional. Aun así, con toda la inestabilidad contraída durante el gobierno de Castillo el Perú obtuvo el 2022 un crecimiento estimado entre 2,8% y 2,9%. Para el año 2023 se estima un crecimiento del orden del 4%, según el nuevo ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras.
Estas cifras pudieron ser mejores sino hubiesen despilfarrado el dinero, por ejemplo, en desarrollar Consejos Descentralizados de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) en provincias estratégicas para sus fines políticos que hoy visualizamos con las movilizaciones en la zona sur andina del país.
Definitivamente nos espera un año complicado. Tenemos ad portas las Elecciones Generales de abril de 2024 y en el Congreso hay varias bancadas que apuestan por establecer algunas reformas que deben darse para no volver a sufrir los estragos de los vacíos legales que permiten a los ciudadanos de extrema izquierda valerse de ellos para intentar petardear la Constitución vigente. Y, por otro lado, tenemos la amenaza latente de paralizaciones en la zona sur del país, con bloqueos de carreteras y cierre de comercios que afectan la economía local, que -en su gran mayoría- vive del turismo. Todo por un afán extremista, repudiable, de no reconocer el régimen constitucional de Dina Boluarte, pretender ir a una Asamblea Constituyente, cerrar el Congreso y liberar a Pedro Castillo.
Sólo los días de protesta del pasado mes dejaron grandes pérdidas al país. Según el director de la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) Tito Alegría, las pérdidas de este sector fueron de S/. 1.700 millones. En declaraciones a RPP dijo que los últimos acontecimientos de violencia provocaron cancelaciones de turistas extranjeros que tenían planeado visitar el Perú.
Y para la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (AHORA Perú) las pérdidas en turismo, que tiene un significativo ingreso para las economías de una gran parte del sur del país (Ayacucho, Arequipa, Cusco y Puno) bordean los 450 millones de dólares.
¡Así no juega Perú! Para evitar más destrucción y desmanes cometidos por grupos extremistas, debe actuar ya sobre la marcha el Servicio de Inteligencia Nacional, ahora con un nuevo titular designado por el gobierno: Roger Arista Perea, ex jefe de la VI Macro Región Policial Junín-Huancavelica y ex director de Inteligencia del Ministerio del Interior. Si ya tienen identificados a los azuzadores de las violentas marchas producidas en diciembre pues que sobre ellos caiga todo el peso de la ley.
¡El país no da para más! Y eso lo tenemos claro quienes vemos impacientes el lento actuar del gobierno a quien tienen atemorizado con denuncias por las muertes ocurridas tras el fallido intento de golpe de Estado del pasado 7 de diciembre. Aunque, el jefe de la PCM, Alberto Otárola, dijo a Canal N que no se va a tener contemplaciones con los azuzadores violentistas. “Con ellos no vamos a tener contemplaciones y les va a caer todo el peso de la ley”, expresó.
Esperamos que así sea por el bienestar de la gran mayoría de peruanos que desea vivir en Paz y en Democracia. No podemos seguir destruyendo al Perú, necesitamos retomar el camino hacia el crecimiento económico y eso solo podrá ser con estabilidad y reglas claras que generen confianza en los inversionistas extranjeros. ¡Sólo así, llegaremos a buen puerto!.
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