Para el entrenador argentino César Menotti, campeón del mundo en Argentina 1978, Pelé fue el mejor futbolista de la historia. Mejor que Maradona, al que dirigió, y mejor que Messi, que acaba de consagrarse como campeón mundial en Qatar.
El rey del fútbol, el más grande de todos los tiempos, según Menotti y mucha gente del fútbol, murió el jueves en un hospital de Sao Paulo por un cáncer de colon.
“Todo lo que somos es gracias a ti, te amamos infinitamente”, se despidió de Pelé su hija Kely Nascimento.
Despedirse de Pelé es decirle adiós al único futbolista de la historia en ganar tres campeonatos del mundo (Suecia 58, Chile 62 y México 70). Quizá habría ganado uno más si no lo hubieran sacado a patadas de Inglaterra 66.
La leyenda de Pelé arrancó cuando a los diez años, en 1950, consoló a su padre, devastado como todos los brasileños por el Maracanazo, prometiéndole conquistar una Copa del Mundo.
En 1958, cuando aún no había cumplido los 18 años, Pelé honró su palabra y realizó un fulgurante debut mundialista en Suecia contribuyendo con seis goles al título de su selección.
De ahí en adelante, su carrera fue un cohete a la gloria, que además de los 3 mundiales incluyó dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales, siempre con la camiseta del Santos.
Solo la gente mayor ha tenido el privilegio de ver jugar a Pelé. Para el resto quedan los videos en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=ioA0DwrriWM) y las opiniones de quienes gozaron con él en directo, como Menotti.
“Pelé era sobrenatural, era imposible”, dijo el argentino. Para él, no cabía compararlo con nadie, ni siquiera con sus laureados compatriotas porque estaba “lejos de todos, lejos absolutamente”.
Después de Pelé, cada uno en su época, declaró Menotti. Cruyff, Di Stefano, Maradona, Messi. «Pelé supera todas las épocas», zanjó. (International Press)