27 pasajeros abordaron un autobús de la compañía Sunshine Express en Tokio el 8 de agosto. Su destino, Osaka, al que llegaría a la mañana siguiente.
Un viaje como tantos otros, salvo por el hecho de que el conductor estaba infectado con coronavirus y Sunshine Express lo sabía porque el mismo chofer les había informado.
Por ello, el Ministerio de Transporte ha sancionado a la compañía que opera servicios de autobuses nocturnos de larga distancia, informó Mainichi Shimbun.
Tres vehículos de la empresa no podrán circular durante 30 días cada uno como castigo.
Cuando el día 8 por la mañana el chofer comunicó que su prueba molecular había dado un resultado positivo, la compañía le ordenó que pese a ello trabajara por la noche tal como estaba programado.
Sunshine Express se excusó alegando que el chofer no se sentía mal y que era difícil conseguir a alguien que lo reemplazara en medio de la temporada alta previa a la festividad de Bon.
Además, consideró que la colocación de cortinas entre los asientos de los pasajeros y el del conductor sería suficiente como medida de protección.
Se desconoce si hubo pasajeros que se contagiaron durante el viaje.
Las autoridades se enteraron de la irregularidad a través de una denuncia anónima y realizaron una inspección in situ. (International Press)