La Oficina del Gabinete del Primer Ministro dijo ayer tras una reunión de evaluación que si ocurre un terremoto de magnitud 7 o más en la Fosa de Japón o la Fosa de Chishima, frente a las costas de Hokkaido y Tohoku, existe el riesgo de un «terremoto subsiguiente» mucho más potente.
El gobierno y los expertos han evaluado estadísticas y datos históricos que indican que ese escenario es posible, como ya ocurrió en el Gran Terremoto y Tsunami de Tohoku de marzo 2011, cuando antes del sismo de 9 grados se produjo un «sismo previo» de 7,3 de magnitud en los alrededores de las fosas en mención.
Ante esa perspectiva, Japón comenzará el próximo 16 de diciembre una campaña informativa para instruir a la población sobre las medidas a tomar en cuenta ante esta eventualidad.
Se llamará a las personas a reconfirmar acciones y estar preparadas para evacuar de inmediato hacia zonas seguras a lo largo de los siete días siguientes a la ocurrencia del primer terremoto.
AYUDAR A ANCIANOS Y ENFERMOS
Cuando se anuncie la alerta, la directriz establece desde ya pedir a los municipios reconfirmar el plan de seguridad en las instalaciones utilizadas por personas que necesitan cuidados especiales y tiempo para evacuar.
En la acción se incluye al cuerpo de bomberos y a las organizaciones voluntarias de prevención de desastres que deben ayudar rápidamente a los ancianos y personas que están postradas en cama en sus hogares o que necesitan apoyo para movilizarse.
DORMIR CON LA ROPA DE CALLE
Se solicitará a la ciudadanía verificar sus preparativos de emergencia y adoptar medidas como acostarse con ropa que les permita evacuar en caso ocurra un terremoto posterior. Deben tener a mano ropa para clima frío y otros equipos para la nieve, además de las reservas de agua y alimentos.
De acuerdo con las pautas de «Información de precaución» anunciadas ayer, la Oficina de Gabinete calcula que ocurra un tsunami de al menos 3 metros por un sismo de intensidad 6, e incluso menos.
Unos 182 municipios costeros de Hokkaido y Tohoku son susceptibles a sufrir el mayor impacto de un terremoto y tsunami, que sin medidas de prevención podría costarle la vida a unas 199.000 personas. (AG/RI/)