Una exmiembro de la Iglesia de la Unificación en Japón ofreció el viernes una conferencia de prensa ante los medios extranjeros para denunciar los abusos de los que fue víctima.
La Iglesia intentó detener el evento enviando un mensaje, supuestamente escrito por sus padres, en el que decían que su hija tiene tendencia a mentir y que sufre problemas psiquiátricos, que empeoraron desde que un hombre, hijo de una seguidora de la organización, asesinó al ex primer ministro Shinzo Abe en julio.
Sin embargo, la mujer, identificada con el seudónimo de Sayuri Ogawa, decidió seguir adelante y contar su historia, revela Kyodo.
La mujer, hija de miembros de la Iglesia, contó que después de egresar de la escuela preparatoria participó en un retiro durante el cual un ministro de la organización religiosa la acosó sexualmente.
En el retiro también le dijeron que estaba “poseída por un espíritu maligno” y la enviaron a una instalación de la Iglesia en Corea del Sur para exorcizarla.
La mujer dijo que creció en un hogar con dificultades financieras debido a las frecuentes donaciones que sus padres hacían a la iglesia.
Sus progenitores llegaron al extremo de quitarle 2 millones de yenes (13.700 dólares) que había ahorrado trabajando a tiempo parcial. Nunca le devolvieron el dinero.
Las experiencias traumáticas afectaron su salud mental. La japonesa fue hospitalizada para recibir atención psiquiátrica.
Después de conocerse la historia del asesino de Abe, Ogawa se dio cuenta de que mucha gente había sufrido lo mismo que ella.
La mujer expresó su deseo de “eliminar el daño causado por la religión”. (International Press)
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