El lunes por la noche, dos policías de la ciudad de Osaka vieron a una anciana usando un cajero automático mientras hablaba por teléfono.
Ambos, jóvenes en la veintena, se acercaron a ella. Uno de los policías cogió el teléfono de la mujer y escuchó a la persona con la que estaba hablando la anciana.
La persona al otro lado de la línea le dijo que era de un centro de servicio al cliente y que le estaba explicando a la anciana cuestiones sobre el uso del cajero automático.
La septuagenaria corroboró lo dicho por la persona y los policías se fueron, sin darse cuenta de que la mujer estaba siendo estafada.
La anciana transfirió un total de 1,9 millones de yenes (alrededor de 14 mil dólares), detalla Mainichi Shimbun.
La mujer supo que había sido engañada cuando llegó a su casa después de enviar el dinero y un familiar se lo hizo notar.
El mismo día, la anciana había recibido una llamada telefónica en la que un estafador le advirtió de que el monto de su jubilación disminuiría a menos que realizara unos procedimientos a través de un cajero automático.
La policía de Osaka reconoció la negligencia de los dos oficiales.
Ambos, dijo, deberían haber preguntado a la anciana los detalles la situación y colgado el teléfono. También habrían podido pedir ayuda a policías del área de estafas.
Para que el incidente no se repita, la policía de la prefectura se comprometió a brindar una orientación más completa a sus agentes. (International Press)