El miércoles se realizó la primera audiencia del juicio que la familia de Ratnayake Liyanage Wishma Sandamali, una mujer esrilanquesa de 33 años que murió en un centro de inmigración en Nagoya, ha entablado contra el gobierno de Japón.
Además de exigir una compensación por daños de 156 millones de yenes (1,16 millones de dólares), las hermanas de Wishma buscan que el gobierno japonés ofrezca disculpas por la muerte, que ellas atribuyen a la falta de una adecuada atención médica.
“Queremos que el gobierno japonés se disculpe y admita su responsabilidad” por la muerte, dijo una de sus hermanas, Wayomi, según Kyodo.
Wayomi expresó su deseo de que Japón revise su sistema de inmigración. “Creo que Japón se transformará en un país que valora a los seres humanos”, manifestó.
El caso se está ventilando en el Tribunal de Distrito de Nagoya.
La familia quiere que Japón publique todas las imágenes de las cámaras de seguridad del tiempo que Wishma estuvo detenida y los resultados de la autopsia.
De acuerdo con el equipo legal que las defiende, “la familia tiene derecho a saber la verdad y el juez tiene el deber de saber”.
Poornima, la otra hermana, dijo: “Queremos saber por qué la dejaron morir”.
La Agencia de Servicios de Inmigración de Japón realizó una investigación que no pudo determinar la causa exacta de la muerte.
Wishma murió el 6 de marzo de 2021. Desde mediados de enero, la mujer de Sri Lanka informó de síntomas como dolor de estómago.
Poco antes de su muerte, un médico que la examinó dijo que su salud podría mejorar si la extranjera era liberada de manera provisional.
Las hermanas afirman que, pese a su deteriorada salud, las autoridades se negaron a liberarla para forzarla a regresar a Sri Lanka.
La familia está considerando pedir que el médico que la evaluó poco antes de morir testifique.
Wishma aterrizó en Japón con una visa de estudiante en 2017 para estudiar el idioma japonés.
La joven se quedó en el país de manera ilegal y fue descubierta cuando acudió a la policía de la prefectura de Shizuoka en agosto de 2020 en busca de protección por abuso doméstico.
Fue detenida y recluida en el centro de inmigración de Nagoya. (International Press)