Toyota Motor anunció este martes que el volumen de su producción global en el año fiscal que termina en marzo de 2022 caerá por debajo de las 9 millones de unidades planificadas. La escasez de semiconductores ha influido decisivamente en la caída.
La compañía también reveló un plan para febrero que reducirá a 700.000 los coches fabricados, unos 150.000 menos de lo previsto, mientras parece que será difícil aumentar la producción en marzo.
Aunque es muy posible superar los resultados reales del año fiscal 2020, que acabó el 31 de marzo de 2021, no sería suficiente para compensar el impacto de los recortes de producción que han venido aplicándose desde septiembre de 2021.
La producción de automóviles se vio afectada por la creciente demanda mundial de semiconductores para teléfonos inteligentes, computadoras personales y otros electrodomésticos. A ello se suma el retraso en la producción de cables ensamblados en las plantas del sudeste asiático a causa del coronavirus.
La producción en febrero será de 700.000 unidades en todo el mundo, un 20% menos que el plan comunicado a los proveedores a finales de 2021 (900.000 unidades). En el punto más grave de la pandemia en 2021 la producción mensual de la compañía cayó a 660.000 unidades.
Toyota quería llegar a marzo de 2022 con una producción anualizada de 9,3 millones de unidades y para ello requería fabricar más de un millón de unidades en marzo. Será difícil llegar a ese objetivo.
En febrero, Toyota suspenderá temporalmente las operaciones en 11 líneas de sus 28 líneas en Japón, incluida la planta de Tahara en la prefectura de Aichi. Los modelos de vehículos más afectados serán el lujoso Lexus y el popular Corolla. (IP/NI/)