Los gobernadores de Tokio, Kanagawa, Chiba y Saitama acordaron esta tarde solicitar al gobierno central la aplicación de las “medidas prioritarias”, man’en boshi to, el estado de quasi emergencia para detener la expansión del coronavirus.
Bajo estas medidas los gobiernos locales podrán solicitar a los negocios cerrar más temprano, control en la venda de bebidas alcohólicas, además de adoptar medidas propias y hasta imponer multas a los comercios que se nieguen a aceptar sus pedidos para controlar las infecciones por el virus.
Se piensa implementar las medidas de restricción durante tres semanas incluyendo los tres días de descanso del 11 al 13 de febrero. Las autoridades tokiotas evaluarán los detalles este miércoles 19.
La gobernadora de Tokio Yuriko Koike, había dicho que pediría las «medidas prioritarias» si el uso de camas COVID llegaba al 20%. Ayer ese índice fue de 19,3%, por lo que se esperaba que adoptara esa posición en cualquier momento.
Existe la preocupación de que la expansión de la variante Ómicron infecte a los médicos, enfermeras y cuidadores y que aumente el número de contactos cercanos. Si crece el ausentismo de personal de la salud, la atención en los centros médicos será más limitado. Los gobiernos locales también quieren adoptar medidas más rigurosas para evitar los contagios entre quienes cuidan a personas infectadas. (RI/NI/PJ)
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