En marzo de 2020, un bebé de 10 meses murió en Okinawa por asfixia tras comer un pan.
Sus padres no se percataron de que el bebé se había metido en la boca, probablemente, el pan entero.
El martes, el Centro Nacional de Asuntos del Consumidor de Japón reveló que el pan es producido por una compañía en Osaka y que se vende en trozos de unos 3 centímetros por 3 centímetros.
El empaque del pan indica que es para bebés de 10 meses o más y que los padres deben tener cuidado cuando se lo hacen comer a sus hijos.
El organismo de asuntos del consumidor emitió una serie de recomendaciones a los padres para que la tragedia no se repita, según la NHK.
Si sus hijos tienen menos de un año, los padres deben probar los alimentos antes de dárselos para que verifiquen cuán difíciles son de comer.
Además, deben darles agua para humedecer su boca y garganta antes de comer. Por último, deben vigilar a sus bebés mientras ingieren hasta que terminen el alimento.
El fabricante del pan transmitió sus condolencias a la familia del bebé, ofreció disculpas y aseguró que está mejorando su producto. (International Press)
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