A medida que China multiplica sus incursiones marítimas en el Mar Oriental, Japón ha comenzado a considerar el despliegue de sus nuevos aviones caza furtivos F-35B en la isla sureña de Kyushu, comentó hoy el Ministro de Defensa, Nobuo Kishi.
La base áerea de Nyutabaru en la prefectura de Miyazaki, en el sur de Kyushu, “es un candidato destacado”, manifestó Kishi en conferencia de prensa. Japón tiene como objetivo poner en servicio su nueva flota en 2024.
El despliegue de los modernos cazas en Kyushu, dijo el diario Nikkei, los acecaría a las Islas Senkaku que son administradas por Tokio y reclamadas por Pekín.
En los últimos meses ha habido un fuerte aumento de la incursión de barcos patrulleros chinos que navegan cerca de las islas.
Para Japón, los F-35B son elementos claves en su estrategia de defensa de las Senkaku gracias a sus capacidades de despegue corto y aterrizaje vertical. El programa de defensa a mediano plazo de Japón planea agregar 18 de esos aviones de sus Fuerzas Aéreas para el año fiscal 2023.
El ministro Kishi dijo que el gobierno se está enfocando en el fortalecimiento de las bases aéreas existentes y que cuentan con escuadrones de aviones de combate desplegados. El ministro también dijo que se planean ejercicios militares entre los nuevos aviones y Kaga, una gran nave de 248 metros de eslora que servía como portahelicópteros, pero que se está convirtiendo en portaaviones, el primero que Japón lanzará al mar desde la II Guerra Mundial. (RI/International Press)
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