Avance importante en el caso de fuga del ex presidente de Nissan Motor, Carlos Ghosn, ocurrido en 2019 cuando cumplía arresto domiciliario en Tokio acusado por mala conducta financiera. La justicia estadounidense extraditó hacia Japón a las 2 personas que participaron en la operación de escape y ambos llegaron ayer por la tarde al aeropuerto de Narita procedentes de Boston.
Se trata del exboina verde, Michael Taylor, de 60 años, y de su hijo, Peter Taylor, de 28, quienes ya se encuentran en un centro de detención de Tokio donde aguardarán el inicio de su juicio.
Los dos hombres, junto a otro ciudadano estadounidense, George-Antoine Zayek, están acusados de ayudar a Ghosn a huir de Japón. Se desconoce el paradero de Zayek.
El 29 de diciembre de 2019, Ghosn se reunió con Taylor y Zayek en un hotel de Tokio y luego viajaron en tren bala hacia Osaka. En un hotel cercano al aeropuerto de Kansai metieron a Ghosn en una caja que simulaba tener equipos de audio y salieron en un jet privado hacia Turquía.
Se cree que el hijo de Taylor se reunió con el expresidente de Nissan al menos 8 veces entre julio de 2019 y el día de la fuga para discutir los planes de escape. Su padre nunca ha negado los hechos e incluso los ha narrado en una entrevista para la revista Vanity Fair.
El diario Nikkei ha informado que la justicia estadounidense ha encontrado una transferencia bancaria de 862.500 dólares de Ghosn a una compañía dirigida por el joven Peter Taylor en octubre de 2019. Además, el hijo de Ghosn también envió a la misma persona unos 500.000 dólares en criptomonedas entre enero y mayo de 2020. Se cree que todo este dinero es parte del costo pagado por Ghosn por su fuga.
Estados Unidos está exigiendo a la policía japonesa la presencia de un abogado durante los interrogatorios de los Taylor, algo que será difícil de cumplir bajo el estándar japonés. Aunque es posible que ambos se acojan al derecho de silencio.
Ghosn radica actualmente en el Líbano con su esposa Carole, quien también tiene una orden de arresto de la justicia japonesa por falso testimonio. La Interpol ha emitido un aviso de búsqueda para los dos, pero Líbano no tiene un tratado de extradición con Japón y tampoco está dispuesto a entregarlo.
Ghosn ha defendido su fuga diciendo que la justicia japonesa ha violentado sus derechos humanos y el sistema no garantiza un juicio justo. (RI/International Press)
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