Desde febrero de este año, un hombre de 50 años que reside en la prefectura de Kanagawa comenzó a notar que algo estaba mal en los alimentos que ingería. Incluso llegó a vomitar.
Sospechó de su esposa de 49 años e instaló una pequeña cámara en su casa en marzo.
El aparato grabó a la mujer introduciendo detergente para platos, lejía y limpiador de baños en su comida.
El hombre no consumió el alimento, lo guardó como evidencia en un recipiente y alertó a la policía, revela Mainichi Shimbun.
La policía de Kanagawa ha acusado formalmente a la mujer por el ataque.
La acusada ha admitido su culpabilidad.
En enero pasado, la mujer le pidió a su esposo el divorcio, reveló el hombre. Ella quería que él se fuera de casa, pero él decidió quedarse.
El hombre no cayó enfermo. La cantidad que su cónyuge vertió en sus platos no era suficiente para matarlo. El Centro de Información sobre Envenenamientos de Japón explicó que la toxicidad de los productos de limpieza es baja. Sin embargo, si se consume en grandes cantidades pueden ser peligrosos. (International Press)
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