El sábado, en la ciudad de Utsunomiya, prefectura de Tochigi, Sho Masubuchi, un hombre de 87 años, estranguló con un cable a su esposa Chiyo, de 89. Luego, llamó a su hijo para confesar su delito y avisarle de que la llevaría a un cementerio cercano, donde él también moriría.
La intención del hombre era suicidarse, revela Japan Today.
El hijo llamó a la policía, que encontró a la mujer acostada al lado de una lápida en el cementerio. Estaba inconsciente, pero aún viva. Fue trasladada a un hospital, donde murió el domingo.
Masubuchi tenía un cordón alrededor del cuello. Había intentado estrangularse. Su vida no corre peligro.
La policía arrestó al octogenario, quien durante el interrogatorio dijo que su cónyuge sufría de demencia y que sus movimientos estaban limitados por una fractura de cadera desde varios años atrás.
Masubuchi declaró que le apenaba verla así y que quería terminar con su sufrimiento. (International Press)
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