Entre marzo y abril, el sindicato de trabajadores Mie Union, en la prefectura de Mie, recibió 400 consultas laborales relacionadas al coronavirus, de los cuales unas 330 fueron de trabajadores extranjeros. Los despidos son el principal problema.
Para el sindicato, los inmigrantes están en la primera línea en el recorte de empleos cuando hay problemas en la economía. “Así es fácil reducir empleados”, dijo un vocero de Mie Union a Reuters.
En abril el producto interno bruto de Japón cayó en 25% y el número de desempleados llegó a cerca de 2 millones.
En la prefectura de Mie, el 34,5% de los extranjeros fue despedido en 2019, un índice mucho más alto que el promedio nacional de 2,5%. “Eliminar extranjeros de la planilla es como una válvula reguladora. La lógica no es recortar ahora, sino cuándo recortar el puesto de un extranjero”, opinó el sindicato.
Hasta octubre de 2019, el número de extranjeros que trabajan en Japón superó los 1,6 millones, cuatro veces más que en 2008.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social ha asegurado que el problema de los despidos a causa del coronavirus lo está observando como un todo, sin hacer distingos entre japoneses y extranjeros. “Apoyaremos el empleo de todos”, afirmó un alto funcionario del Ministerio.
Según el Ministerio, ha agregado 370 millones de yenes al presupuesto suplementario para fortalecer el sistema de apoyo de consultas laborales para los extranjeros en varios idiomas.
Sin embargo, el servicio de gobierno no llega a los extranjeros. Mientras la Oficina de Empleo de Mie recibió 7 consultas entre marzo-abril, el Union Mie había recibido cientos de preguntas hasta mediados de abril. (International Press)
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