El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió una vez más a ignorar las recomendaciones sanitarias de distanciamiento social en medio de la pandemia del coronavirus y participó este domingo de una de las varias manifestaciones que se realizaron a su favor en diferentes ciudades del país.
«Estoy aquí porque creo en ustedes. Ustedes están aquí porque creen en Brasil», manifestó el mandatario sobre una camioneta, en un repetitivo discurso en el que volvió a insistir sobre la lucha contra «la vieja política» y en el espíritu «patriótico» de los brasileños.
Bolsonaro se pronunció en Brasilia ante centenas de simpatizantes que después de participar de una caravana de automóviles se congregaron este domingo en las afueras del Cuartel General del Ejército para manifestarse a favor de una intervención militar, encabezada por el mandatario, en los poderes Legislativo y Judicial.
Sin usar mascarilla ni guantes, pero evitando un contacto físico directo, como sí ocurrió la víspera durante otra manifestación a su favor frente al presidencial Palacio de Planalto, cuando bajó la rampa y saludó de mano a los simpatizantes, Bolsonaro no hizo nada por dispersar la aglomeración y, al contrario, incitó el tumulto.
El gobernante, quien ya tuvo sospechas descartadas de haber sido contagiado por el coronavirus durante un viaje a comienzos de marzo a Estados Unidos, tosió en reiteradas veces este domingo sin tomar cuidado y muy cerca de las personas que lo acompañaban, como asesores, diputados y escoltas.
El ultraderechista se pronunció ante simpatizantes que portaban carteles y gritaban consignas como «Intervención militar con Bolsonaro», «Fuera Maia» -en referencia al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia- y hacían alusión al «AI-5», el sombrío decreto contra los derechos humanos en la dictadura (1964-1985).
«Ahora está el pueblo en el poder y no queremos negociar nada», enfatizó el mandatario, quien reiteradamente ha ignorado las recomendaciones sanitarias para tomar cuidados durante la pandemia y al comienzo de la misma llegó a calificar el coronavirus como una «gripecita» y un «resfriadito».
Después, el jefe de Estado se mostró contrario a las cuarentenas obligatorias y horizontales impuestas por estados como el de Sao Paulo, el más poblado del país y que con 46 millones de habitantes concentra casi la mitad de las 2.462 muertes reportadas, y defiende un aislamiento vertical solo para la población en riesgo.
Con motivo de las celebraciones del Día del Ejército, centenares de simpatizantes de Bolsonaro convocaron para este domingo manifestaciones a favor del mandatario y en contra del Congreso, la Corte Suprema y de algunos gobernadores contrarios al jefe de Estado en el enfrentamiento al coronavirus, que contabiliza 38.654 casos. EFE
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