A las primeras mascarillas enviadas por el gobierno japonés, que llegaron primero a las embarazadas y a las escuelas, no les fue bien. Que llegaran con algún defecto en la costura podía pasar, pero muchas estaban sucias, percudidas, contenían pelo y polvo y hasta insectos.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social reconoció que unas 80 municipalidades reportaron unas 1.901 quejas por mascarillas con problemas.
Se tiene previsto distribuir alrededor de 10 millones de mascarillas entre mujeres embarazadas. Este reparto comenzó el 14 de abril y dos días después empezaron a llegar las primeras quejas.
Los pelos y el polvo fueron hallados no solo en los empaques sino también dentro de las mascarillas, dijo NHK.
Yomiuri, escribió que aunque muchas mascarillas comenzaron a enviarse a las embarazadas, una parte también fue enviada a las escuelas que tenían previsto comenzar sus clases. «En las mascarillas enviadas a las escuelas se encontraron insectos», informó el diario.
Por su parte, el gobierno japonés dijo que reemplazará las unidades falladas por otras nuevas.
En las redes sociales las críticas abundaron.
- “Me horrorizó ver el vídeo de un fabricante chino haciendo mascarillas sin llevar mascarilla ¿en Japón también es así?”
- “Tal vez han hecho el pedido a fábricas que no son especializadas en mascarillas”
- “Detengan la distribución de las mascarillas, quizá han sido hechas en fábricas con poca higiene”
- “Cómo han conseguido de pronto tantas mascarillas. ¿Son las mascarillas que fueron desechadas por las fábricas?”
- “Tenemos derecho a saber qué compañía ha hecho las mascarillas que vamos a recibir”
(International Press)
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