El 18 de enero, alrededor de 70 taxistas y sus familias asistieron a una celebración de Año Nuevo en un barco yakatabune en un río en Tokio.
El gobierno de la capital japonesa informó de que 11 personas, entre participantes de la celebración y empleados del barco, dieron positivo por el nuevo coronavirus, informó Mainichi Shimbun.
Entre ellos un taxista cuya suegra, una octogenaria que residía en Kanagawa, murió convirtiéndose en la primera víctima mortal del coronavirus en Japón.
A raíz de la muerte, el gobierno de Tokio inició una investigación sobre la ruta de transmisión del virus y realizó pruebas a las aproximadamente 200 personas que estuvieron involucradas en la fiesta de la embarcación.
Debido a la fuerte lluvia, las ventanas del barco estaban cerradas, generando un espacio con ventilación insuficiente, el tipo de ambiente donde el virus se propaga con más facilidad, según Mainichi. (International Press)
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