En 2014, Shinsuke Toba, de 32 años, murió abatido a tiros en Manila, Filipinas. En 2015, Tetsuya Nakamura, de 42, murió de la misma manera y en la misma ciudad.
Toba y Nakamura eran ejecutivos de una compañía de la que el autor intelectual de sus asesinatos era un importante accionista.
Ese hombre, Toshihiko Iwama (46), fue condenado a muerte, pero apeló.
Sin embargo, el martes el Tribunal Superior de Tokio ratificó la pena capital, informó Mainichi Shimbun.
Por las muertes de Toba y Nakamura, la compañía recibiría pagos de seguros de 100 millones de yenes (alrededor de 912 mil dólares) y 50 millones de yenes (456 mil dólares), respectivamente.
Iwama, según el tribunal, planeó los asesinatos con la complicidad de otras personas, una de ellas un hombre de 46 años llamado Shoichi Kubota, quien confesó y cumple una condena de cadena perpetua.
Iwama contrató a un sicario filipino, según el testimonio de Kubota.
El condenado a muerte se declaró inocente y sostuvo que el testimonio de Kubota era falso. Sin embargo, el Tribunal Superior de Tokio le dio validez y dijo que está respaldado por evidencias. (International Press)
Be the first to comment